A veces llega el momento de analizar tus errores, aprender de ellos.
Pero no siempre es bueno mirar hacia atrás, para comprobar que te has equivocado. Muchas veces hay que aprender a mirar el presente, no quedarte atascado en el pasado, y mucho menos en el futuro.
Hay momentos en los que no puedes aclarar tus ideas por ti misma, necesitas la ayuda de alguien especial. Alguien como la leche y el café. Y ese alguien te hará ver todo de la manera en la que debes hacerlo. Pero muchas veces lo que escuchamos no es lo que queremos escuchar, sino lo que necesitamos escuchar. Y por la misma razón, tomar decisiones por una misma, es más difícil. Aunque debemos de confiar en que esa persona especial siempre te dirá lo mejor para ti.
Y cuando esos problemas están solucionados, siempre intentamos sacar otros nuevos. ¿Por qué? ¿Acaso todas las situaciones deben de tener un lado negativo? Y si es así, ¿por qué tenemos que fijarnos solo en ello, y no sacar buenas conclusiones? Pero es inevitable, parece que no nos sentimos bien si no tenemos un problema que solucionar. Algo que remediar. Una herida que curar, una verdad que desvelar.. Y entonces es cuando volvemos a mirar al pasado, sacamos todos esos defectos, todos nuestros errores.. nos hacemos daño sin necesidad. ¿Cuando llegará alguien que nos enseñe a cambiar esto? Desgraciadamente, nunca. Pero siempre nos quedará saber que después de lo malo, viene lo bueno. Y aunque no todo sea perfecto, y siempre encontremos algo que criticar, estaremos bien haciéndolo, porque es decisión nuestra ver las cosas bien o mal.
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Ella. Ella no estaba sola, ni mucho menos. Ella tenía gente que la apoyaba, tenía una persona que la quería por encima de los demás. Tenia amor y amistad. Se podía decir que lo tenía todo. Pero ella quería más. ¿Qué buscaba en realidad? El placer de la novedad. Romper la rutina, cambiar. Pero.. si ya tenía todo lo que necesitaba, ¿por qué buscaba llegar a la perfección, sabiendo que era imposible? Un error más. Un error del que ella aprenderá, mucho más de lo que nadie se pueda imaginar. Pero ella se sentirá a gusto consigo misma, sabiendo que ha roto esa rutina, que ha cambiado algo que no era del todo necesario, pero que en su interior necesitaba cambiar. Aunque no sea del todo la decisión correcta, si así lo desea, ¿quién puede hacerla cambiar de idea? Y por una vez, aunque suene raro, ella intenta sacarle el lado positivo a esa situación. Y ve que no siempre los errores son malos, o buenos, simplemente son eso, errores. Errores irremediables, que si pasan, es porque debían de pasar. Y con esos pensamientos, ella se quedó tranquila, o eso pensaba. Pero pasase lo que pasase, ella siempre tenía a la leche, que la ayudaba a ver todo de manera correcta. Por eso, aunque perdiese muchas cosas por un error, siempre le quedaría esa persona, con un gracioso mote llamado leche.
Coffe.<3withlove.
